lunes, 25 de abril de 2011

Creacion de imagen, tarea prostituida

Si, prostituida. Lo siento por quienes se incomodan, aún, cuando se dice algo así. 

Ahora bien, dejando de lado la doble moral y el susto a palabras que pueden parecer altisonantes quiero compartir con ustedes porque creo que una especialidad de la comunicación como lo es creación de imagen se ha manoseado tanto que corre el riesgo de caer en el desprestigio.

Desde el momento en que las sociedades se constituyen, desde el momento en que el ser humano se agrupa ha necesitado de reconocimiento, de que se le identifique, de tener su marca personal.  Todos generamos y emitimos acciones que hacen que el resto de nuestros "cercanos" y no tan cercanos nos perciban.  Por muchos años este proceso estuvo a la deriva, nadie tomaba "academicamente" en serio el estudio de la imagen.

No es sino, desde mi humilde punto de vista y con el perdón de los maestros en la creación de imagen, cuando en los Estados Unidos se da el famoso debate político entre John F. Kennedy y Richard Nixon en 1960  http://www.youtube.com/watch?v=QazmVHAO0os que se comienzan a disparar ideas, inquietudes  y propuestas del porque debemos mejorar lo que se ve de nosotros. Y, voilá,  ahora si entramos a un campo excitante, para todos aquellos que nos gusta envolvernos y revolcarnos en experiencias semióticas. Este debate inquietó a los políticos, a los comunicadores y al ciudadano en general ya que se comprobó, en un evento de tal magnitud, que el mensaje no solo tiene forma de palabra. El mensaje es verbal y no verbal y ellos son los estímulos que crean la percepción de mi "yo" ante los "otros".

Tal vez faltó fuerza, determinación,  o tal vez privó el miedo (para no ser considerados "light") en muchos estudiosos de la comunicación que el tema de la imagen comenzó a ser utilizado en muchos otros campos, dando como resultado que cambios cosméticos se consideren una reingeniería de imagen.

No es extraño ver como programas de televisión (prioritariamente) nos enseñan y nos venden la idea de "cambios de imagen" para ser mejores, para ser más atractivos, para ser aceptados y muchos otros adjetivos más.  Pero ojo!! ponernos los pelos rojos, cortarnos la piel que sobra luego de una dieta loca o bien darnos un mazazo en la nariz para quitarle la forma aguileña no es creación de imagen.

Sin embargo esas soluciones son parte de lo que nosotros como comunicadores entendemos como creación de imagen. ¿Qué digo con esto?, que muchas veces algunos cambios cosméticos y de salón pueden ser importantes, pero craso error creer que eso es un proceso de creación de imagen pública. Crear una imagen es un proceso delicado, minucioso y sobre todo debe estar en manos de profesionales de la comunicación quienes tendremos la autoridad para sugerir y valorar la necesidad de cambios cosméticos.

Como decía al inicio ese proceso "prostitutivo" (palabra que no existe, pero me parece simpática) ha contribuído para que gente muy respetable profesionalmente se reuse a someterse a un proceso de creación de imagen. Y se entiende, ya que muchos tienen la mala creencia de que este proceso es mentirle a la gente y presentarse ante un electorado (en caso de los políticos) mostrando una cara que no es. Pero aquí es donde está nuestra templanza como estudiosos del tema para hacer que la gente entienda que crear imagen es dar un "plus" a la esencia de la persona o de la institución. ¡Jamás mentir!

Crear imagen es lograr una sintonía perfecta de nuestros mensajes verbales y no verbales. Es provocar admiración, es provocar interés, es provocar emoción, es provocar empatía con nuestro proyecto y con nuestra misión.